Obra maestra del cine de terror que reinterpretamos como la historia de una bruja moderna. Carrie White (Sissy Spacek) es una tímida adolescente con poca facilidad para hacer amigos. Su carácter cerrado en parte es debido a la educación que su psicótica y ultra religiosa madre Margaret (Piper Laurie) le ha impartido. Un inesperado día, Carrie tendrá su primer periodo en las duchas del instituto tras una clase de gimnasia, reaccionando de una forma totalmente neurótica al no saber qué le ocurre y provocando las burlas de sus sádicas compañeras de clase, quienes al contemplar la situación tramarán un plan para gastarle una broma pesada durante el baile de graduación. Pero ignoran algo muy importante acerca de Carrie que, de saberlo, haría que evitaran por todos los medios ponerla de mal humor.